martes, 28 de mayo de 2013

Otras cosas más respecto a la libertad.

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Hace dos días terminé el libro La Isla bajo el Mar de Isabel Allende. Tenía tanto tiempo de no leer una obra de ella y no sé por qué, pues realmente disfruto mucho la forma como escribe. La novela lo tiene todo, la recomiendo 100%.
El libro inicia en 1770 en Saint-Domingue, ahora Haití y la historia gira entorno a una esclava, Zarité. Isabel Allende aborda el tema de la esclavitud de una forma tan  apasioanda que  logró que yo sentíera lo que la protagonista vivía; me da la impresión que la autora disfrutó escribir el libro, pues la novela está cargada de energía.
La semana pasada hablabamos del libro con mi pareja, comentábamos como, pese a que la esclavitud física es ilegal, aún hay ciertos tipos de esclavitud en nuestro entorno; pues un salario de miseria, horarios de trabajo excesivos que te hacen llegar a casa extenuado sin poder realmente vivir, es una forma de esclavitud económica. A eso quisiera agregar también que un sistema que no te permite pensar y explorar tu verdadero ser, es también otra forma de esclavitud en la que muchos de nosotros estamos inmersos.
Supongo que la autora quiso transmitir esa reflexión, pues en esa época los “blancos” hacían comentarios referidos a sus esclavos que no se me hacían tan ajenos a los que he oído en pleno siglo XXI.
Una de las cuestiones que percibí del libro en cuanto al trato de los colonos con los esclavos, es el hecho que estos se sentían ajenos o “diferentes” a ellos; un mecanismo que supongo necesario para utilizar al otro y no sentirse culpable o “pecador”. Realmente había conductas de los personajes que me avergonzaban un poco de la humanidad.
Ignorar o no querer comprender que aquel que no es de mi grupo, que no comparte mis características como el color de  piel, forma de pensar o simplemente por considerar que no razona como humano, ha sido la excusa perfecta para no respetar la vida (humana, animal o vegetal). Esa forma de excluir ha sido necesaria a través de la historia para enriquecerse, para tener poder, para cumplir con un perfil que la sociedad dicta. Parecería que entre más lejos se está del problema, entre más foráneo a mí sea, más fácil es suponer que no existe un problema; ojos que no ven, corazón que no siente. En esa época, en Francia y en el resto de países colonizadores, nadie sabía o no querían saber lo que implicaba obtener un grano de azúcar, el sacrificio, el dolor, el sufrimiento, la explotación. Eso pasa todavía, con gente, con animales y con el ambiente en general.
En abril ocurrió el derrumbe de una maquila en Bangladesh en la cual, según el periódico digital El País, se fabricaban prendas de vestir para marcas reconocidas a nivel internacional. Ahora bien, ¿qué tan informadas estaban esas multinacionales de las condiciones laborales en esos países?, deberían de estarlo y es muy probable que estén; y si  saben, ¿qué tan culpables son entonces?
Además, ¿por qué el Gobierno permite que la gente trabaje en estas condiciones? o vamos más allá, ¿qué tanto contribuye el sistema mundial actual, el capitalismo voraz?, pues compañías ricas quieren obtener más ganancias y prefieren hacer uso de mano de obra barata de países más pobres y que se benefician de esta “inversión”, dado que su economía depende de las maquilas y necesitan "fuentes de empleo" y en intercambio, ofrecen a su gente, los Otros, quienes reciben salarios de miserias pero son “libres”.

sábado, 18 de mayo de 2013

Feminismo: ¿¡No gracias!?


Feminismo… que palabra más mal entendida. Aventurándome, me atrevería a decir que esto es causa de dos posturas: Una, porque se tiene la idea que machismo y feminismo son diferentes caras de la misma moneda. La otra puede ser, por un sistema socio-político que se siente amenazado, pues pone en la palestra creencias, prácticas costumbres y privilegios actuales; todos conocemos el refrán, más vale lo viejo conocido que lo nuevo por conocer.

La primera  postura es la que me gustaría discutir con ustedes y para lo cual recomiendo un super libro Feminismo para no Feministas. La Vane contra la Patrix, escrito por la Profesora Rosario Hernández Catalán. 

En mi primer año de bachillerato, una gran maestra, la profesora Vilma, nos retó que buscásemos en el diccionario el significado de machismo y feminismo. Esto es lo que encontré en el diccionario de la RAE. Resaltaré lo que a mi juicio es importante.

Machismo: m. Actitud de prepotencia de los varones respecto de las mujeres
Feminismo: 1 Doctrina social favorable a la mujer, a quien concede capacidad y derechos reservados antes a los hombres. 2. m. Movimiento que exige para las mujeres iguales derechos que para los hombres.

Diferente ¿verdad?

Pese a que el feminismo ha sido como un imán para mí, simplemente creí que implicaba que el trabajo del hogar debía de ser compartido, que las mujeres podían estudiar, trabajar y fin; jamás imagine que habían estudios, investigaciones, profesiones, etc., pues esas cosas no se estudian y mucho menos te dan de comer. Ha sido hasta mis 30 años que he podido apreciar que el feminismo es un estilo de vida, una política, una filosofía, una profesión y que es sumamente necesaria para el progreso de la humanidad; pues con el leve contacto que he tenido con la teoría feminista, he llegado a la conclusión que más que feminismo es humanismo. ¡ME ENCANTA!

Para aceptar un poco la palabra feminismo, creo que es indispensable  responder el por qué el nombre feminismo y no otro nombre que de la idea que es un grupo para mujeres y hombres.

Según lo que he podido estudiar, entiendo que esto ha sido por el simple hecho que el feminismo fue un movimiento político de mujeres que buscaban el respeto, la igualdad y los mismo derechos que sus pares: los hombres; de ahí su nombre. Recordemos que por mucho tiempo las mujeres no eran consideradas tan humanas como los hombres, mejor dicho, un humano de segunda clase; por lo tanto, si le hubiese puesto al movimiento humanismo, talvez no hubiese tenido tanto impacto, pues los derechos por los que luchaban ya los tenían los hombres.

También es importante destacar lo que la historia nos ha enseñado. Cuando un grupo de hombres y mujeres lucharon por emanciparse para conquistar sus libertades, los derechos de las mujeres fueron excluidos o visto con menos importancia; sino veamos lo que pasó en la Revolución Francesa; los movimientos de obreros; los anti-racistas; los de Derecho Civiles; etc.

Como segundo punto creo que también es importante tener claro que es el género. Según la RAE género es un conjunto de seres que tienen uno o varios caracteres comunes; por ejemplo, el género humano se clasifica en hombre y la mujer, el hombre es quien tiene pene y la mujer es quien tiene vulva.

Por otro lado está el género femenino y masculino para agrupar todas aquellas cualidades o caracteres que se consideran propios de las mujeres y los hombres. Este concepto de género es precisamente una clasificación elaborada o construida por la sociedad, la historia y la cultura; pues de él nos hemos servido para distinguir cualidades o caracteres propios o que se consideran propios de los hombres y mujeres. Entonces, sin son creaciones humanas, no son creaciones naturales; y si no son natural son maleables, es cambiante.

Es fácil palpar la anterior idea: Pensemos en una cualidad “femenina” y no un carácter físico como el parto, sino un carácter o rasgo de la personalidad.  Para mí, un ejemplo típico de una cualidad “femenina” es la delicadeza. Ahora pregunto, cuantos grandes diseñadores, artistas, peluqueros, arquitectos hombres son delicados y siguen siendo hombres, pues tienen todo el órgano reproductor que los distingue y los hace hombres.

Por otro lado, cuantas mujeres son medio toscas y no tienen esa sutileza para hacer las cosas de una manera artística y delicada: Yo soy una. En mi caso, tengo un serio problema para hacer las cosas delicadas, quien me conoce le puede preguntar a mi pareja y él les dirá que el día que hicimos empanadas chilenas las mías parecían tumores y las de él parecían de panadería, eran hermosísimas.

 En conclusión, ser delicado no es femenino, ser delicado es una cualidad de los seres humanos pacientes, observadores, perfeccionistas y con un excelente ojo para detectar lo hermoso y sublime; una cualidad que todos deberíamos de cultivar. 

Otro ejemplo es ser chambroso, chismear. No tengo que extenderme tanto, conozco a varios hombres que chambrean y conozco a muchas mujeres reservadas y cautelosas; chambrear es simplemente una hábito feo de las personas que no tienen nada más útil que hacer con su tiempo. Y así, con este simple ejercicio de lógica, podemos ir develando las cualidades o rasgos de la personalidad considerados femeninos o masculinos.


Entonces, partiendo de la tesis que etiquetar una cualidad o característica de la personalidad como de hombres o de mujeres, es una elaboración socio-histórico-cultura ¿no les parece una idea liberadora? A mí me parece una idea fantástica y utópica, pues expande las habilidades y las posibilidades de los intereses humanos; sin embargo, estoy consciente que es difícil, pues sé que ir contra los usos y costumbres, es un ardua tarea que requiere entrenamiento, convicción y valor, por más pequeño o insignificante que sea el cambio que se quiera hacer.

Esto creo que es solo un pequeño y sencillo ejemplo de lo que el feminismo ha logrado y por lo que lucha: Liberar al ser humano, permitirle Ser, permitirle escoger lo que quiere para su vida. Por esto considero realmente que el feminismo es humanismo; no obstante ello, mientras no exista esta liberación real, no solo en las leyes sino que en el día a día, el movimiento no puede dejar de llamarse feminista, pues el lado que siempre está en desventaja es el lado femenino, el que se les exige a las mujeres y es rechazado para los hombres. 

En otras palabras el feminismo permite que los seres humanos realmente vivan plenamente como todos los humanos tenemos derecho a hacerlo; y para acentuar más esta idea, quiero compartir dos reflexiones que leí en el libro que les acabo de recomendar:

El hombre que siempre está trabajando fuera de casa, siempre preocupado en ganar más y más dinero para sacar a su familia adelante, el hombre que no puede repartir la responsabilidad económica del hogar porque su mujer no encuentra trabajos lo suficientemente remunerados como para que compense... ese hombre que sale de casa a las siete de la mañana y vuelve a las diez, ese hombre es un esclavo que en el momento que no lleve dinero a casa por culpa del paro podrá sentir su hombría disminuida.

Esas escuelas donde había que conseguir la hombría “yendo de putas” aunque no quisieras, esa hombría donde había que matar un gato para estar a la altura del más valiente, esa hombría donde  había que vengar la honra forzadamente matando a tu mujer si ésta te era infiel, por mucho que no quisieras, esa hombría donde durante meses o incluso años te tenías que poner obligatoriamente al servicio de la Patria (viene de padre) por el mero hecho de nacer con testículos y ser de clase baja (que los ricos se podían escaquear), y un largo y doloroso etcétera que son los hombres quienes lo tienen que relatar… El día en que los hombres vean claro cómo el Estado y el capitalismo han usado y abusado de su masculinidad y cómo los han dejado en muchos casos mutilados moral y emocionalmente, el día en que los hombres hagan el camino de desvelar sus opresiones de género, cómo hemos hecho nosotras, ese día, llorarán de pena, asco y vergüenza

También comparto el Ted Talk Un llamado para los hombres del activista y educador Tony Porter, para percibir de mejor manera la importancia del feminismo.

Obviamente el tema del feminismo es amplísimo y yo lo estoy empezando a conocer; de ahí que me limito a escribir las primeras cosas que he aprendido y me han permitido de alguna manera mejorar mi estilo de vida.

Concluyo esta entrada preguntando ¿ Todavía rechazan el feminismo?;  si sí, ¿porqué?



Saludos,

miércoles, 15 de mayo de 2013

¿Y la Pachamama?

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¿Por qué los seres humanos nos creemos superiores?, ¿porque tenemos raciocinio? De ser así, el valor de las personas se mediría por su capacidad de razonar y caeríamos en el absurdo de clasificar a los seres humanos...Todos sabemos que han hecho ciertos personajes  con esas ideas estúpidas.
Esta inquietud me surgió después de leer el artículo de Leonardo Boff titulado: Constitucionalismo Ecológico en América Latina, en el cual como punto inicial señaló que nuestras sociedades y particularmente el Estado, se han construido entorno a una perspectiva antropocéntrica y su norma fundamental (la Constitución) se establece en base a estos principios, excluyendo el derecho y la importancia del resto de seres vivos y el de nuestra Madre Tierra o Pachamama.
“No considerar que cada ser posee un valor intrínseco, independiente de su uso humano, uso racional, y que es portador del derecho de existir dentro del mismo hábitat común, el planeta Tierra, abrió el camino a que la naturaleza fuese tratada como mero objeto a ser explotado sin ninguna otra consideración, en algunos casos hasta su agotamiento.” Leonardo Boff.
Desde la ventana de mi trabajo, oigo gritos que apoyan a una mujer que semanas atrás,  solicitó  a la Sala de lo Constitucional la autorización para que le puedan prácticar un aborto terapéutico; tema que no quiero discutir en esta entrada porque no es el punto. Sin embargo, sobre la situación de esta joven todos opinan, las ONGs saltan, todos tienen su punto de vista y  todos tienen la razón (yo me incluyo en estas discusiones estériles). Las opiniones oscilan desde el respeto a la vida del feto, hasta el respeto a la vida de la mujer embarazada; mi pregunta es ¿por qué únicamente discutimos con esta pasión temas relacionados con la vida humana y no con temas relacionado con nuestro planeta y todas las especies que al igual que nosotros, habitan en ella?
Los seres humanos somos extraños, nos creemos superiores, omnipotentes y ajenos al mundo natural; hasta lo vemos con desprecio. Hacemos caso omiso de todas esas señales que la naturaleza nos da y que nos demuestran que somo vulnerables, tanto o talvez más que los animales que han aprendido a respetar a la Tierra y escuchar o sentir sus señales y advertencias.
He creido, desde una perspectiva antropocéntrica, que primero teníamos que aprender a amarnos a nosotros como especie, para experimentar el amor hacia los demás seres vivos. Ahora tengo mis dudas sobre esa hipótesis, me atrevería a decir que no es posible intentar amar a nuestra especie y mirar de menos al resto, pues realmente somos lo mismo: seres vivos.
Se me ocurre ahora que talvez sería más eficiente: Primero que amemos y respetemos a la Tierra pues ella nos sostiene, de ella dependemos y ella nos permite habitarla, somos los microbitos de todo su Ser y si la amamos, veremos con otros ojos al resto de seres vivos que la habitan, incluso a mi prójimo.
Si nos aislamos de la naturaleza, consecuentemente nos aislamos de nosotros mismos y percibiremos al vecino como un ser extraño y que está ahí como un medio para algo, olvidando que esa persona al igual que uno, que un perro, mis padres e hijos, un delfín, un pez, una gallina, un pez, es un cosmos, una vida y que formamos parte de una Pachamama para quien todos tenemos el mismo valor.

¿Que opinan?

lunes, 13 de mayo de 2013

Disculpa pública dirigida a las religiones...


Tengo varios años de no practicar la religión católica o cualquier religión. Algo que en un país como El Salvador es impensable, simplemente no se puede decir o discutir… Es pecado.

Pese a ello, nunca me he podido considerar atea, ni siquiera agnóstica; en momentos de tristeza, melancolía o temor, siempre he buscado consuelo y me he dirigido a alguien o algo. Supongo entonces, como me hizo ver un día un colega, si uno nace y vive en un país monoteísta como el mío, es casi que imposible no creer en Dios, lo tenemos incrustado en nuestra psiquis.

 Pero bien, el tiempo ha pasado desde que me gradué de un colegio católico y de esa fecha acá he leído, he conocido a alguien o he visto algún documental y vaya sorpresa: la religión que se practica en occidente (la judeo-cristiana) no es universal y el concepto de Dios (el jerárquico) con el que crecí, no es el único; es más, existieron místicos de la Iglesia católica que no creían en un concepto de Dios, es decir, simplemente era algo innombrable y por supuesto sin sexo.

Por muchos años estuve peleada con la religión, en particular la católica y en general la cristiana por considerar que enseñaban la culpa, el machismo, por intolerante, porque no liberaba; en fin, porque "enajenaban al pueblo" o era el "opio de las masas" según había oído o leído en alguna parte, sin realmente haber leído el texto completo y mucho menos una obra de Marx. Típico.

Sin embargo, por los motivos que ya expliqué, la idea de dios, fuerza o energía, siempre me ha atraído. Mi búsqueda de lo que no tiene nombre, ha estado enmascarada como terapia, escribir en un diario, meditación, danza, música, feminismo o creatividad. Y en esas vueltas leí esto:

"La miseria religiosa es una manifestación de la miseria real y, a la vez, la protesta contra ella. La religión es el suspiro de la criatura afligida, el sentimiento de un mundo insensible, así como la gracia en lo insípido. Es el opio del pueblo. La supresión de la religión en cuanto felicidad ilusoria del pueblo es exigencia de su felicidad real. La exigencia de renunciar a los engaños sobre el propio estado es la exigencia de renunciar a un estado que necesita del engaño. La crítica de la religión, es, pues, originariamente la crítica del valle de lágrimas cuya aureola es la religión. La crítica ha deshojado las flores imaginarias de la cadena, no para que el hombre lleve la cadena sin fantasía ni consuelo, sino para que arroje la cadena y coja la flor viva. La crítica de la religión desengaña al hombre para que piense, obre, y ordene su realidad como hombre desengañado, entrado en razón, para que gire en torno de sí mismo, o sea, de su sol verdadero. La religión no es más que el sol ilusorio, que gira en torno del hombre mientras no es él quien gira en torno de sí mismo" ( Marx, K., Zur, Kritik der Hegelschen Rechtsphilosophie, págs. 378-379l; citado por Fromm, E., El Humanismo como Utopia Real, págs. 216-217).

Según explica Fromm, para Marx el hombre sufre en un mundo insensible y la religión lo consuela, así como el opio calma el dolor del que lo padece, la religión era para él (Marx) necesaria y el mejor alivio para el sufrimiento del hombre y la mujer mientras no vuelvan en sí; entiendo entonces que es necesaria mientras no regresen a Dios, pero no dios como un concepto o un ídolo, sino como la Grandeza, la Energía, El o La Todo, que abarca a todo y a todos.

¿Que pensará sobre esto alguien que se considera religioso? Realmente me gustaría saber.

En mi caso, alguien no religiosa, creo que el libro de Fromm es inspirador, llama a la reflexión y es una gran fumada  que tendré que leer varias veces para comprender, pero mientras leía recordé la película El Viaje de Pi o Life of Pi; ¿por qué? (por quien no ha visto la película, estoy apunto de contar el final) pues a mi entender la religión es el viaje de Pi y su sueño con el tigre, la necesitamos (a la religión) para seguir adelante y no enloquecer en este mundo que hemos creado y que es tan complejo y cruel; y si esta es realmente practicada y vivida permite que surja el humanismo, esa esencia que nos une a todos.

La religión es lo que necesitamos para encontrarle un sentido a la vida mientras los humanos volvemos en sí, es la herramienta para sobrevivir y no perder la razón, es la fe para seguir adelante, son las pistas en el camino. El problema, creo yo, es cuando se pierde el sentido de la fe y el objetivo de la religión y esta en cambio se utiliza para manipular, sin invitar a las personas a reflexionar, a conocer la esencia humana y su potencial (¿me pregunto si esto está vinculado con la teología de la liberación?, si alguien sabe sería fabuloso que comentara). 

También considero que hay un gran problema cuando no toleramos que otros piensen diferente (incluso a los no religiosos nos pasa eso). Las religiones son como las diferentes lenguas, los diferentes gustos, las diferentes afinidades.

Empecé a escribir esta entrada sin saber realmente cual era su propósito, pero creo que al igual que la religión, me movió la fe de encontrar una respuesta o un sentido. Típica humana.

O.K. con esto concluyo, me disculpo con las religiones y las personas religiosas por haberlos juzgado durante estos doce años; pero únicamente me disculpo con aquellas personas y dirigentes que además de religiosos son humanistas. Todos aquellos religiosos superfluos, por el momento sigo peleado con ustedes.

Saludos, 

jueves, 9 de mayo de 2013

¿Soy una finalidad?

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¿Qué les parece esta afirmación?:

 “En un contexto religioso, la igualdad significó que todos somos hijos de Dios, que todos compartimos la misma sustancia humano-divina, que todos somos uno. Significa también que deben respetarse las diferencias entre los individuos, que, si bien es cierto que todos somos uno, también lo es que cada uno de nosotros constituye una entidad única, un cosmos en sí mismo (…) La igualdad como una condición para el desarrollo de la individualidad fue, asimismo, el significado de este concepto en la filosofía del iluminismo occidental. Denotaba (como lo formuló muy claramente Kant) que ningún hombre debe ser un medio para que otro hombre realice sus fines. Que todos los hombres son iguales en la medida en que son finalidades, y sólo finalidades, y nunca medios los unos para los otros. (El Arte de Amar; Fromm, Erich)

Cuando la leí me encantó, me pareció genial. Puede ser una aseveración obvia para muchos, pero sinceramente cuando veo el día a día, parecería que no es el caso.

Todas las mañanas al manejar hacia mi trabajo, en el tráfico espantoso que caracteriza a San Salvador, veo a ciertos conductores que usan el carril de emergencia para acortar su paso, ¿ellos creerán que el resto de conductores son una finalidad?, ¿se les ocurrirá que el resto va tarde igual que ellos y que simplemente hacen fila y esperan pacientemente para mantener orden y evitar más caos?, ¿sabrán que todos tienen que llegar a sus destinos y que no sacan el carro a esa hora por puro placer de manejar?
Cuando los conductores se quejan que los peatones no usan las pasarelas ¿tendrán en mente que esas personas son una finalidad?, ¿reflexionarán que usar una pasarela es un riesgo, es incómodo, es inaccesible para muchos y que los peatones al igual que los conductores tienen derecho al libre tránsito?, ¿sabrán que esas líneas blancas que parecen cebras son en realidad un cruce peatonal? En cualquier país en el que realmente le apuestan a la vida, el peatón tiene prioridad de tránsito en esas rayas blancas, por el simple hecho que es un individuo, un ser humano, una finalidad que está en desventaja ante un vehículo y que prevalece sobre éste.

Y si pensamos en las empleadas domésticas, en los obreros, en los vigilantes, en los empleados de una empresa, ¿sus empleadores estarán convencidos que ellos son una finalidad y que son más que el que cocina y mantiene limpia la casa; el que enriquece o permite que un empresa exista o el que salvaguarda la vida o los bienes ajenos?.

 Ellos no son un medio para satisfacer una necesidad, sino que son una finalidad tan única y maravillosa como la de esas personas a quienes les prestan un servicio. De ahí que, es responsabilidad que los empleadores hagan accesible los medios para que quienes les presten un servicio puedan superarse, el salario muchas veces no es suficiente, una persona vale más que $200. Todos tenemos derecho a alcanzar nuestros objetivos, por el simple hecho que cada individuo, cada ser humano es una finalidad.

Y estos son ejemplos de la vida cotidiana de los simples mortales…Ni nos vayamos a las “altas esferas” de los gobernantes WAKALA!!!!!

Continuando con lo desarrollado por Erich Fromm: Tal convicción acerca de la unicidad del individuo se expresa, por ejemplo, en la sentencia talmúdica “Quien salva una sola vida, es como si hubiera salvador a todo el mundo; quien destruye una sola vida, es como si hubiera destruido a todo el mundo.” Y es que realmente, cada cabeza es un mundo, cada vida es una historia, una ilusión, un sueño, una esperanza. Todos los que existimos tenemos un fin: vivir. Todos los seres humanos, e incluso el resto de seres vivos, tenemos propósitos, tenemos objetivos que me atrevería a decir, son casi siempre en el fondo, muy en el fondo, los mismos: realizarnos como individuos, sentirnos parte de, sentirnos completo, sentirnos amados.

¿Por qué entonces nos utilizamos? ¿Será que la única forma de alcanzar nuestra finalidad es utilizando a otro humano como instrumentos para conseguir nuestro propósito?, teniendo en mente que en otra circunstancia, otra persona nos podría utilizar como medio para alcanzar su fin.

¿Qué pasaría si a cada ser humano se le permitiera desarrollar su potencialidad y fuera su propia finalidad? Mi primera idea loca, es que tuviéramos un planeta con 6.973.738.433 (según el Banco Mundial, 2011) de seres humanos que han alcanzado su potencial o por lo menos acercarse mucho a él. Supongo entonces, que tendríamos un mundo más justo, equitativo, en pocas palabras, mejor, ¿es esto una utopía, es irreal o imposible? Si el actual sistema dice que la capacidad humana no tiene límites para transformar su entorno, ¿por qué no lo hacemos? O ¿por qué el sistema no contribuye a que todos lo podamos hacer?
¿Alguien tiene una respuesta o alguna idea de que es lo que nos está deteniendo?

Nos vemos…